Desde hace tiempo descubrí un lugar llamado “La Carbonera”, que es una bocana o entrada de mar que se encuentra entre el puerto de Sisal y Chuburná, que enseguida me dieron ganas de ir a conocer, vi que para llegar se podía hacer cruzando el puerto de abrigo de Chuburná en barco, pero que la otra opción era a pie rodeándolo por tierra solamente librando tres puentes de los cuales el ultimo estaba destruido, pregunte a un amigo que ya había hecho el recorrido a pie y me dijo que se podía pasar a un lado del puente, por el manglar, ya que el agua no estaba profunda y se podía pasar, aunque esa información no estaba muy actualizada y me costo el no llegar a mi destino, pero de alguna manera fue lo mejor que me pudo pasar.
8:00 AM: Salí temprano de Mérida en un colectivo o combi como le decimos aquí, con un costo de $14 hasta Progreso, al llegar al puerto, pregunte donde podía abordar transporte a Chuburná y me dijeron que a la vuelta de la esquina se tomaban las combis, fácilmente las encontré y me subí, pero como no había mas que cinco personas y yo no salimos hasta que se lleno la combi, por $9 me llevo hasta Chuburná, pasando por el puerto de Chelem, después de un corto viaje llegue a mi destino.
9:45 AM: Mi recorrido empezó caminando del parque de Chuburná hacia el pto. De abrigo, poquito antes de llegar hay un camino que resulto ser un basurero, por lo que me tuve que cubrir la nariz y la boca con un paliacate sabiamente empacado gracias a mi madre, ya que había muchas moscas y apestaba entre otras cosas a vomito, al terminar ese tramo me encontré con una hermosa vista del manglar, al llegar al primer puente con la parte central completa y los lados destruidos y apenas sumergidos pensé si así esta el tercero ya la hice, fácilmente lo cruce sin siquiera tocar el agua, seguí caminando y un poco después llegue al segundo puente, ya estaba algo cansado por lo que me detuve a descansar y tomar agua.
Mientras estaba en eso veo que viene cruzando el puente un señor, lo salude y me pregunto que si estaba de pesca, le dije que no que iba a acampar a la Carbonera, y su respuesta fue “uuuuuh todavía te falta” nada motivador pero era algo que ya sabia, le pregunte por el tercer puente de Chuburná, ya que no sabia que era lo que me esperaba y me dijo que había un camino nuevo que libraba el puente y me llevaba a la playa, que no había necesidad de pasar por el ultimo puente, le di las gracias y cruce el puente me tuve que quitar los zapatos por que por el peso de la mochila no podía siquiera dar un pequeño salto sin arriesgarme a caer al agua, empecé a caminar por el único camino visible que supuse era el camino que el señor me había dicho, se veía muy bien y me di cuenta que empezaba a rodear el puerto y dirigirme de nuevo hacia la playa, en el camino había conseguido un bastón de soporte para poder cruzar el manglar en caso de hacerlo pero con la nueva información que tenia decidí dejar el bastón en el camino, ya cuando estaba viendo que el camino se disponía a unirse con la playa me encuentro enfrente el tan sonado tercer puente, destruido y bajo una fuerte corriente de agua, no pude hacer mas que reírme, por que había caminado bastante y no era el camino correcto, me senté a descansar un momento, analice que no había forma de cruzar ese tramo mas que metiéndome al agua, pero el peso de la mochila me haría hundirme más de lo normal, así que decidí regresar hasta el segundo puente para encontrar el camino que me había dicho el pescador, antes de llegar al puente vi una entrada con facha de camino y decidí seguirla pero no me llevo a ningún lado, con la decepción de que no había otro camino y habiendo recorrido ida y vuelta el tramo entre el segundo y tercer puente, regrese otra vez por el camino del tercer puente, mientras caminaba me decía una de las ventajas de hacer un viaje en solitario es que no hay quien te pueda reprochar los errores más que uno mismo, me equivoque dos veces y tuve que caminar mucho mas pero solo me afecto a mi y a nadie mas por lo que me alegre de no estar acompañado, al llegar por segunda vez al puente destruido sabia que la única forma de cruzar era metiéndome al agua por el manglar así que me puse la calzonera y guarde mis zapatos en la mochila, afortunadamente encontré mi bastón que marque con la altura de la mochila y saber si el agua llegaba hasta ella, el error fue meterme con la mochila a investigar si podía cruzar, por que al adentrarme di un paso hacia un desnivel que quien sabe como di la media vuelta y logre salir sin mojar el sleepingbag que sería lo primero en mojarse, al regresar a la orilla, reponiéndome del susto deje la mochila y me metí a comprobar la profundidad y obviamente era mucho mas profundo de lo que pensé por lo que no podría cruzar sin mojar todas mis cosas, y como tenia muchas cosas que no sobrevivirían decidí no cruzar y por consiguiente no llegaría al destino que quería La Carbonera, me senté en unas rocas que había y miraba el puente sumergido y me dio curiosidad por ver como estaba la parte final, así que empecé a caminar sobre el y me di cuenta de que la corriente era muy pero muy fuerte y un poco resbaloso pero al avanzar un poco mas me deslice llevado por la corriente y debido a la capa de musgo o verdín que se forma sobre la roca pero además la superficie estaba llena de conchuela se sintió algo así como resbalarse sobre un rallador de queso, solo que eran mis pies como pude en lo que duro ese rápido momento, me detuve habiendo logrado con mi curiosidad cortarme el pie y la mano en una fracción de segundo, ya molesto con mi imprudencia me puse mis tenis con el pie lastimado, tome la decisión de acampar en la playa del puerto de abrigo y me regrese caminando de nuevo hasta llegar a la playa.
Mientras estaba en eso veo que viene cruzando el puente un señor, lo salude y me pregunto que si estaba de pesca, le dije que no que iba a acampar a la Carbonera, y su respuesta fue “uuuuuh todavía te falta” nada motivador pero era algo que ya sabia, le pregunte por el tercer puente de Chuburná, ya que no sabia que era lo que me esperaba y me dijo que había un camino nuevo que libraba el puente y me llevaba a la playa, que no había necesidad de pasar por el ultimo puente, le di las gracias y cruce el puente me tuve que quitar los zapatos por que por el peso de la mochila no podía siquiera dar un pequeño salto sin arriesgarme a caer al agua, empecé a caminar por el único camino visible que supuse era el camino que el señor me había dicho, se veía muy bien y me di cuenta que empezaba a rodear el puerto y dirigirme de nuevo hacia la playa, en el camino había conseguido un bastón de soporte para poder cruzar el manglar en caso de hacerlo pero con la nueva información que tenia decidí dejar el bastón en el camino, ya cuando estaba viendo que el camino se disponía a unirse con la playa me encuentro enfrente el tan sonado tercer puente, destruido y bajo una fuerte corriente de agua, no pude hacer mas que reírme, por que había caminado bastante y no era el camino correcto, me senté a descansar un momento, analice que no había forma de cruzar ese tramo mas que metiéndome al agua, pero el peso de la mochila me haría hundirme más de lo normal, así que decidí regresar hasta el segundo puente para encontrar el camino que me había dicho el pescador, antes de llegar al puente vi una entrada con facha de camino y decidí seguirla pero no me llevo a ningún lado, con la decepción de que no había otro camino y habiendo recorrido ida y vuelta el tramo entre el segundo y tercer puente, regrese otra vez por el camino del tercer puente, mientras caminaba me decía una de las ventajas de hacer un viaje en solitario es que no hay quien te pueda reprochar los errores más que uno mismo, me equivoque dos veces y tuve que caminar mucho mas pero solo me afecto a mi y a nadie mas por lo que me alegre de no estar acompañado, al llegar por segunda vez al puente destruido sabia que la única forma de cruzar era metiéndome al agua por el manglar así que me puse la calzonera y guarde mis zapatos en la mochila, afortunadamente encontré mi bastón que marque con la altura de la mochila y saber si el agua llegaba hasta ella, el error fue meterme con la mochila a investigar si podía cruzar, por que al adentrarme di un paso hacia un desnivel que quien sabe como di la media vuelta y logre salir sin mojar el sleepingbag que sería lo primero en mojarse, al regresar a la orilla, reponiéndome del susto deje la mochila y me metí a comprobar la profundidad y obviamente era mucho mas profundo de lo que pensé por lo que no podría cruzar sin mojar todas mis cosas, y como tenia muchas cosas que no sobrevivirían decidí no cruzar y por consiguiente no llegaría al destino que quería La Carbonera, me senté en unas rocas que había y miraba el puente sumergido y me dio curiosidad por ver como estaba la parte final, así que empecé a caminar sobre el y me di cuenta de que la corriente era muy pero muy fuerte y un poco resbaloso pero al avanzar un poco mas me deslice llevado por la corriente y debido a la capa de musgo o verdín que se forma sobre la roca pero además la superficie estaba llena de conchuela se sintió algo así como resbalarse sobre un rallador de queso, solo que eran mis pies como pude en lo que duro ese rápido momento, me detuve habiendo logrado con mi curiosidad cortarme el pie y la mano en una fracción de segundo, ya molesto con mi imprudencia me puse mis tenis con el pie lastimado, tome la decisión de acampar en la playa del puerto de abrigo y me regrese caminando de nuevo hasta llegar a la playa.
12:50 PM: Llegue a la playa de Chuburná y me encuentro con una vista inesperada, varias montañas o dunas de arena se elevan entre el mar y una pequeña laguna de agua estancada pero no podrida, transparente como el mar, al final el faro del puerto, decidí acampar alado de la primera duna de arena la más cercana al faro, para que al bajar el sol me de algo de sombra, realmente el viento estaba muy fuerte al grado que cuando arme la casa de campaña y la levante para posicionarla mejor el viento la lleno como un paracaídas que por poco me la quita de las manos y la arroja a la laguna que se encontraba atrás, poner la casa fue lo primero que tuve que hacer ya que no había un solo lugar que me proporcionara sombra y una vez que la arme, la tuve que anclar poniéndole rocas en vez de estacas por causa del viento, buscando en la playa restos de cordel, soga u lo que me sirviera para amarrar las rocas que después tuve que enterrar en la arena para que nada las moviera, finalmente me quede toda la tarde dentro de la casa ya que mi piel se había quemado por la caminata anterior.
3:00 PM: Abrí la lata de salchichas coctel, mi almuerzo, ocho piezas que después de la tercera tenia mas sed que después de caminar toda la mañana, me comí siete, ya no quería seguir comiendo ya que cada bocado me provocaba mas y mas sed, para el almuerzo tenia un jugo de naranja que me tome mas de la mitad y lo complete con agua para que rindiera mas, me acosté y espere a que el sol bajará para poder salir.
6:00 PM: El sol seguía en el cielo pero a una altura que solo iluminaba ya no quemaba por lo que decidí meterme a bañar en el mar, nunca me había metido en unas aguas tan deliciosas, claro que después de haber caminado toda la mañana, la piel toda quemada, el sudor, la arena y la falta de agua, sentir en todo el cuerpo el agua tan refrescante era increíble tanto que decidí llenar mi boca con ella pero fue muy mala idea ya que estaba muy salada, ya lo sabia pero mi boca quería sentir mas liquido que los pequeños tragos que pude tomar durante el día.
Después de bañarme me cambie la ropa y pude disfrutar de la puesta del sol, que tanto calor había generado ahora solo era una bola naranja que apenas daba luz, verla desvanecerse en el horizonte con tal calma, me sentí conectado con el, la luz del sol después de desaparecer siguió una hora mas y después llego la luz de la luna tan fuerte que era como si tuviera un enorme foco muy alto pero muy potente que alumbraba toda la playa.
9:00: Hora de cenar, una botellita de 300 mililitros de chocolate, nada mas, tenia tres paquetes de dos donitas cada uno, un paquete de mantecadas y un tubo de galletas, pero después de comerme un paquete de donitas en la tarde, el pan estaba tan seco que me dio tanta sed que decidí no comer nada mas para cuidar la poco agua que me quedaba, algo así como medio litro, después de tomar mi cena me acosté a dormir, tuve que dejar abierta una parte de la entrada de la casa ya que había demasiado calor ya que no entraba nada de viento, pero el viento era tan fuerte que metía arena de vez en cuando a la casa, mantuvo casi toda la noche la pared lateral y la de atrás completamente curveada, además de escuchar a cada rato como si alguien pateara arena hacia la casa pero no era solo el viento, por un momento pensé que amanecería enterrado en la arena y en otro momento pensé que los armazones que soportan la casa se partirían de tan fuerte que estaba el viento, al final pensé, debe haber un momento en que el viento se calme durante la noche, no puede estar así todo el tiempo, cuando ese momento de calma llego, quede dormido.
6:00 AM: Me desperté y pensé que como había dormido tan poco merecía dormir una hora más, así que me volví a dormir.
7:00 AM: Con el sol ya en el cielo guarde todas mis cosas dentro de mi mochila, hasta el sleepingbag, solo tenia que guardar la casa pero ya a esa hora estaba soplando un viento bastante fuerte por lo que me dio bastante trabajo quitar la casa, ya listo con la mochila sobre los hombros me dirigí por primera vez al faro del puerto de abrigo de Chuburná, pude contemplar una vez mas la otra orilla, la playa que no pude alcanzar por ese puente, pero que de haber conseguido llegar a mi destino el agua no hubiera sido suficiente para tal recorrido, hubiera sido mucho mas difícil regresar muerto de sed, por lo que agradezco no haber podido cruzar ese tercer puente del puerto de abrigo de Chuburná, solo sé que la próxima vez que quiera ir a la Carbonera podré llegar y regresar, después de conocer mis limites en este viaje.
me parece una experiencia maravillosa
ResponderEliminar¿Donde se localiza? hasta donde se hay un playon en chuburna al final del puerto, es mucho despues de esa zona?
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